Este enorme gusano ha sido descrito desde hace centurias por los caminantes del desierto de Mongolia. Su color es rojo sangre, mide como dos
metros y te pota ácido a la cara si te le acercas. Ademas como si no
fuera suficiente, si tienes la osadía de tocarlo, te puede dar una sacudida eléctrica que te deja frito como un buitre que pisa dos lineas eléctricas al tiempo. Personalmente no quisiera encontrarme con un animal de estos. Afortunadamente, nunca se ha encontrado un espécimen vivo y menos se ha capturado a uno. Y a mí me parece bien que siga así .